Suerte que en la etapa anterior decidí
(decidimos) cortar la etapa en El Acebo: la bajada es larguísima, difícil, con
mucha piedra suelta, y con mucho riesgo de lesiones: Sergio, un compañero
italiano que viene con Sesi, ha estado a punto de volver a Italia con una
luxación de rodilla. Dice que continuará, pero con mucho cuidado y despacito;
Sesi va con mucha calma y yo, pues eso; con mucho cuidado, despacito, y con
mucha calma...
En la etapa de hoy, aparte del paisaje que
tenemos, lo más remarcable es la ciudad de Ponferrada, completamente llena de
simbología templaria, de arquitectura, de arte y de un sinfin de rincones donde
los templarios dejaron su impronta. Mención especial merece su castillo
templario, espectacular obra arquitectónica conservada de manera exquisita.
El resto de la etapa, una sucesión de colinas,
lomas, campos de cultivo, huertos... en fin de lo más variado hasta llegar a
las cercanías de Cacabelos, donde acamparé.
Otra notícia, ésta de índole diferente: debido a los problemas de cobertura que hay por la zona, actualizaré este blog cada "equis" tiempo, cuando encuentre cobertura o algún sitio con conexión a internet. Una pena...
Pulsad en "Map", "Satellite" o "Hybrid" (arriba a la derecha) para cambiar la vista de la
etapa, y en "+" o "-" (arriba a la izquierda) para cambiar el zoom.
Montes y colinas que nos hacen olvidar las penurias
pasadas.
El pueblo de Molinaseca, donde aprovechamos para
almorzar (como reyes, todo hay que decirlo)
Casas típicas de Molinaseca, ancladas en el siglo
diecinueve
El río Sil, a su paso por Ponferrada
El castillo templario de Ponferrada
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Y esta es la espectacular entrada, donde vas girando
la cabeza para ver aparecer a los caballeros de la
Orden del Temple... |
