Volvemos a engancharnos (y espero que sea la definitiva) al camino, al polvo, al sol, al calor inaguantable, a...
Bueno, eso: que ya estoy en el camino.
Por lo que me dijo el médico, si me vuelvo a lesionar igual, ni descanso ni nada: de vuelta para casa directamente. O sea que habrá que hacerle caso, que para eso es un hombre instruido (je, je) y, al menos estas primeras etapas, tomármelo con calma.
En esta primera etapa, de 18 Km, no hay otra cosa que ver que los polígonos de las afueras de Zaragoza, campos de maíz y el omnipresente Ebro, hasta llegar a Utebo, que podríamos decir que es un barrio dormitorio de Zaragoza.
La estación de tren de Delicias |
Un estupendo camino a orillas del río, para caminar, pedalear, pasear con las amistades... |
Una grulla, o una garza. No lo tengo muy claro... |
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