Las piernas van a peor; ayer solo hicimos cinco quilómetros; el cansancio se hace notar, y con el calor que empieza a hacer, peor todavía.Hoy hemos llegado a Artès, y hemos dormido en la casa del cura, un capellán de Ruanda que tenía albergados también a dos familiares suyos. Entre el inglés de Susana (excelente) y mi francés (pasable) nos hemos ido entendiendo con Christian, el sobrino. La sobrina, solo francés, y precario. Pero bueno, si hace falta, hasta por señas...
La luna llena en medio del bosque. Una pasada! |
Gaia, sintiendo la llamada de los genes. |
Y ésta, la "oveja negra" de la familia... |
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