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Ultima proposta

Ultima propuesta: Atravesar España caminando, desde el Cap de Creus hasta Fisterra, ida y vuelta, en cuatro o cinco meses.
Estoy
loco?
Quizá sí, pero como decía el filósofo chino "el camino más largo comienza con un pequeño paso", paso que daré desde el Faro del Cabo de Creus, a mediados de junio.
Este pequeño paso me llevará a cruzar España siguiendo el Camino de Sant Jaume (Santiago) en sus diferentes variantes: Camino Catalán, Camino del Ebro, Camino Francés, y una vez en Fisterra, daré media vuelta, pasando por la Galicia interior hacia Asturias. Allí, tomaré el Camino del Norte (haciendo una visita a los Picos de Europa) hasta Irún donde, si quedan fuerzas, haré la travesía de los Pirineos siguiendo el sendero GR-11 hasta el Cabo de Creus, punto de origen y final.
Una aventura larga, complicada y llena de imprevistos pero sobre todo difícil a nivel mental, dados los límites que me he auto-impuesto: Utilizar los albergues lo menos posible, tirando de tienda de campaña siempre que sea factible. Y si no, fondas en los pueblos, refugios, etc. Pero la idea principal es separarme de la masificación de los peregrinos.
Lo conseguiré?


Etapa 029: 26/08/2011 Fraga - Candasnos

Entro de lleno en el desierto. La salida de Fraga, con una subida suave pero constante, me lleva a unos altiplanos absolutamente solitarios y sin apenas vegetación, que me hace recordar las cimas de los Pirineos, por encima de los 2.800 metros. A partir de ahí, una sucesión de pequeñas subidas y bajadas, siempre con el mismo solitario ambiente: grandes, grandísimos espacios, sin que se vea a nadie a la vista. Espectacular!
El bungalow (el de la luz encendida) del camping de Fraga, donde pasé la noche.
El río Cinca, a su paso por Fraga.
La subida, a la salida de Fraga.
Imagen espectacular del altiplano que hay arriba, absolutamente solitario.
Y ya arriba, soledad, aridez, desolación...
Aquí el paisaje ya se alarga hasta donde alcanza la vista, siempre con lo mismo: no hay nadie, apenas unos matorrales resecos, el sonido de la carretera, a cuatro kilómetros apenas se oye...
La paz y el silencio absoluto sólo se rompe con el trino esporádico de algún pájaro.
Las únicas construcciones que rompen la monotonía y dan algo de sombra, son viejas casas abandonadas de hace mucho, mucho tiempo
Incluso esta pequeña laguna, que debería ser un pequeño oasis en el desierto, no tiene ni una sola planta verde! Sólo algún matorral reseco y cubierto de polvo. Por si acaso, ni me acerqué al agua.

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